Camaradas.
El Partido Comunista de los Pueblos de España, ha analizado en su 8 Congreso realizado este mismo año, ante la presencia de delgados de bastantes de los Partidos hoy aquí asistentes, el tema que centra las reflexiones de este encuentro internacional anual de Partidos Comunistas y Obreros. Tenemos los documentos aprobados por el Congreso a su disposición en español. Voy a resumir, en el tiempo de que dispongo algunas de estas reflexiones congresuales.
Recuerdo primero esquemáticamente las, a nuestro juicio, 22 más importantes realidades mundiales: 1) más de 3.000 millones de persones en el planeta viven con menos de 2 dólares diarios; 2) guerras en Irak y diversas zonas de Asia, en medio de las que hay que analizar la prueba nuclear de la República Popular Democrática de Corea y la respuesta de la ONU; 3) agresiones, permitidas por no decir apoyadas por el imperialismo, de Israel en Palestina y El Líbano; 4) ataques constantes, verbales, económicos e incluso militares, a las revoluciones bolivariana y cubana; 5) EE.UU. se auto asigna el derecho a decidir que países pueden gestionar los satélites que controlan cada vez más lo que sucede en la Tierra; 6) actitud servil de la ONU, incluso de su nueva Comisión de Derechos Humanos, que sigue controlada por los imperialistas; 7) justificación del uso de la tortura y otras transgresiones de los Derechos Humanos para combatir la lucha armada revolucionaria, justa en muchas ocasiones; 8) desequilibrios ecológicos, analizados estos días en Nairobi, para poder seguir con el incoherente consumo energético y con los grandes negocios industriales; 9) millares de muertes anuales de inmigrantes que tienen menos derechos para cruzar fronteras, fundamentalmente si proceden de África o de Latinoamérica, que los productos con los que negocian las multinacionales; 10) el fracaso del primer proyecto de Constitución de la Unión Europea, que Alemania y otros países desean resucitar, por la presión de los miles de lobbys europeos; 11) progresivo incremento de la abstención electoral en los barrios obreros y populares; 12) ascenso de la ultraderecha europea en demasiados países, por el descontento de capas populares no formadas políticamente; 13) pérdidas continuadas, con complicidad de burocracias sindicales, de las victorias obreras arrancadas en los últimos decenios del siglo pasado; 14) constitución, el 1 y 2 de noviembre en Viena, de la nueva central sindical internacional fusión del sindicalismo socialdemócrata con el sindicalismo reformista cristiano; 15) resurgimiento del sindicalismo de clase que siempre apoyaron los Partidos Comunistas, la Federación Sindical Mundial, que renovó en La Habana, hace menos de un año, tanto su dirección (ahora su Secretario General es un camarada del KKE, Partido Comunista Griego) como sus métodos y programa de trabajo; 16) cambios políticos y de alianzas de los países de Latinoamérica; 17) potencialidad demostrada por la gran actividad internacional de solidaridad con los 5 héroes cubanos detenidos en EEUU; 18) nuevas coordinaciones de los movimientos de base contrarios, en múltiples expresiones, al neoliberalismo; 19) dificultades de los que realmente mandan y deciden, dentro del capitalismo global, para realizar sus reuniones debido a las protestas populares (la recientemente suspendida en mi ciudad de Barcelona, de ministros de la vivienda de la Unión Europea, es un ejemplo más); 20) continuidad de los esfuerzos por ilegalizar a los comunistas, con el reciente caso de la Juventud Comunista Checa, que merece una mejor respuesta conjunta de todos nosotros; 21) importante resurgimiento de la Cumbre de los Países No Alineados; y 22) progresiva mejora del trabajo conjunto de los comunistas y de los revolucionarios, como refleja esta nueva reunión de Partidos Comunistas y Obreros, en la que estamos participando.
Estos 22 temas, y otros que podríamos añadir, nos demuestran que hay graves problemas a combatir y a la vez reales perspectivas de éxito si identificamos correctamente al enemigo de los habitantes del planeta. El capitalismo, en su expresión actual de neoliberalismo imperialista, es el real enemigo, a la vez que nos recuerda la complejidad de nuestra batalla política. Ellos, los capitalistas, que criticaron el internacionalismo de los comunistas son hoy los que actúan internacionalmente con mayor coordinación y eficacia.
Nosotros, los que históricamente hemos sido los defensores del internacionalismo de la clase obrera, aun estamos dando tímidos y lentos pasos en la coordinación de nuestras diferentes capacidades. Cierto que avanzamos año a año, pero aun no ponemos todas nuestras potencialidades comunes al servicio de la necesaria eliminación del capitalismo como forma de organización económica-política del mundo, como causa directa del imperialismo que potencia la carrera de armamentos, la incoherencia energética, los desequilibrios ecológicos y el expolio de las riquezas del planeta en una nueva forma de colonialismo.
Esta reunión de Partidos Comunitas y Obreros es un nuevo paso adelante en el que cada organización aporta según sus posibilidades, capacidades, criterios y voluntades; pero hemos de reconocer que aun son escasas las exitosas experiencias de puesta en común de nuestras ideas y acciones.
Desde el Partido Comunista de los Pueblos de España queremos saludar tanto la reunión de abril dedicada a los temas de enseñanza, como la realizada de forma urgente en Atenas el último mes de agosto para intervenir como comunistas frente al genocidio realizado por Israel, así como las recientes resoluciones conjuntas del pasado octubre, una de solidaridad con Cuba (aunque en esa pensamos que podían haberse conseguido muchas más firmas) y la otra de denuncia de la privatización de la enseñanza en la UE. Ahora podemos analizar lo hecho conjuntamente frente a la ilegalización de la juventud comunista checa (similar a lo sucedido cuando la Asamblea de Parlamentarios de Europa tomó su resolución anticomunista a primeros de este año), y reflexionar si además de textos conjuntos podemos y deberíamos hacer acciones conjuntas. Son pasos novedosos que nos hacen ver nuestras aun limitaciones y a la vez las enormes posibilidades que tiene, en un futuro no lejano, la lucha antiimperialista y anticapitalista.
Cierto que también han aparecido dificultades. Las conocemos en España, y en otros países, con las diferencias de análisis respecto a la oportunidad o no de la intervención de tropas de la ONU en El Líbano. La manipulación de este organismo por el imperialismo yanqui y europeo nos está ya demostrando cual será el resultado. En vez de desarmar al agresor, es decir a Israel, se ocupa al país agredido. El lobby sionista sigue muy influyente, tanto en la UE como en EE.UU..
Existe otro ámbito de coordinación de parte de los aquí presentes, el Partido de la Izquierda Europea. Es un derecho de cualquier organización el sumar sus esfuerzos con los que más coincidan con ella, pero ello no debería ser un freno a iniciativas en las que todos podemos coincidir. Por otra parte aparece la duda justificada de cómo influye en las decisiones del Partido de la Izquierda Europea su aceptación de las normas de la Unión Europea.
Otro terreno en el que los Partidos Comunistas y Obreros hemos intervenido históricamente con éxito es en la dirección y organización de las luchas de masas y en el combate contra el fascismo. Las heroicas Brigadas Internacionales que acudieron a España hace 70 años y la entrega de los comunistas en la ayuda a la URSS contra el fascismo hitleriano, son una lección para todos. Lección que deberíamos aprovechar más ahora que en diversos lugares reaparecen con fuerza las opciones fascistas. Los intentos del pasado enero de la Asamblea de Parlamentarios de Europa para ilegalizar a los comunistas y las dificultades de algunos partidos hermanos para poder actuar abiertamente como comunistas, deberían estar más presentes en nuestro trabajo colectivo.
Lo mismo puede decirse del papel de los comunistas a la cabeza de las luchas obreras y populares que redundaron en importantes conquistas, el mal llamado estado de bienestar, que ahora el capitalismo está recortando una a una. Hoy no existe real capacidad de respuesta conjunta de los trabajadores de una multinacional frente a las decisiones de su patronal (el reciente caso de Volkswagen lo ratifica). A veces en lugar de sumar sus capacidades de lucha, los mismos sindicatos obreros compiten para ver si arrancan para su país procesos productivos que antes se desarrollaban en otro lugar. La coordinación de los comunistas debería llegar a los camaradas que dependen del mismo patrón.
Hemos de reconocer que las divisiones entre comunistas han sido causa directa de nuestro debilitamiento. Estas divisiones se dieron primero por análisis diferentes dentro del PCUS y por la aparición de los partidos troskistas, después por valoración diferente de las grandes decisiones de la URSS, de China, o de Yugoslavia. Hoy parte de estas diferencias entre comunistas han ido limándose y todos conocemos y saludamos procesos de unidad de Partidos Comunistas que competíamos o competían entre ellos y que hoy han avanzado o avanzan en conformar un solo partido. Nosotros en España somos el resultado de un largo y plural proceso de unidad que no damos aun por terminado, para sumar a todos los que sinceramente actúan como comunistas.
Seguramente no son fáciles de olvidar las vivencias personales, las discrepancias políticas públicas y las tensiones o enfrentamientos, pero hoy y siempre lo fundamental es saber identificar al enemigo. Para los comunistas no puede ser otro que el capitalismo en su expresión imperialista del Siglo XXI.
Identificarlo y denunciarlo como causante de los actuales males del planeta es una tarea en la que podemos coincidir TODOS los Partidos Comunistas y Obreros. No coincidirán con nosotros en esto los que, al igual que históricamente ha hecho la socialdemocracia, piensen que el capitalismo puede irse mejorando, desde dentro, sin cambiar su esencia, sin acabar con la propiedad privada de las riquezas naturales y de los grandes medios de producción.
La explotación del hombre por el hombre que denunciaron Marx y Engels en el Manifiesto Comunista, sigue siendo la esencia del modelo de sociedad que queremos destruir, aunque hoy tenga expresiones nuevas que ellos no podían prever y que nosotros hemos de saber analizar.
Las grandes movilizaciones que hemos vivido en los cortos años de este Siglo XXI nos muestran que el enemigo común existe, aunque no todos los que luchan lo identifiquen como tal. Las grandes luchas por la paz y contra la guerra, combaten al imperialismo; las luchas contra la pobreza, combaten al capitalismo; al igual que las luchas por una vivienda digna, así como las luchas por salarios y derechos laborales correctos. Las luchas de solidaridad internacionalista combaten a la vez contra el imperialismo y contra el capitalismo, pero no todos los promotores y protagonistas de las citadas luchas tienen claro por igual el papel del capitalismo. Es más, parte de los protagonistas de estas luchas se fijan más en los efectos que en las causas de los problemas que combaten.
Los comunistas deseamos y necesitamos coincidir con no comunistas en nuestras luchas, pero hemos de saber coordinarnos como comunistas para ir influyendo políticamente a fin de que la mayoría de los que luchan acepten, como teorizamos nosotros, que sin destruir el capitalismo no habrá la solución por la que se están movilizando. Me refiero a la presencia en los Foros Sociales, y en especial cuando estos tienen ámbito regional, continental o mundial. Sabemos que para la socialdemocracia estos Foros son un freno a la necesaria coordinación mundial de un Frente Antiimperialista, pero en muchos países (en parte en España) pueden ser embriones de nuestra participación en ese necesario y aun inexistente Frente Mundial Antiimperialista. Los comunistas somos los únicos que podemos hacer que exista este Frente organizado.
Camaradas, son muchos los temas que preocupan al Partido Comunista de los Pueblos de España, sabemos también de nuestras limitaciones, y que hemos de continuar aplicando en nuestro país las ideas aquí señaladas. Así vamos a hacerlo, a la vez que ayudaremos, en todo lo que esté en nuestras manos, al avance de la coordinación de los comunistas de todo el planeta.
